Y aquí tenemos el enésimo
reportaje sobre, quizá, el más tradicional de los eventos
que organizamos cada año: la bestial cena-baile fin de curso.
Bestial tanto por la mucha gente que suele asistir como por la
ingente cantidad de comida y bebida que logramos trasegar
entre todos. Gente-ingente, ¿pilláis el ingenioso
juego de palabras?
Las fotos que muestran
UN DEDO al pasarles el puntero por encima pueden ampliarse.
Haz CLIC sobre ellas y se abrirán en una nueva ventana.
Ay, ¿y qué podría
contaros yo sobre la cena que no os haya contado ya en una (o varias)
de las anteriores? ¡Poca cosa! ¿Qué tal algunos
fríos datos para empezar? Comensales: 127, aunque
durante el baile fuimos algunos más, puesto que se incorporaron
varios alumnos que no pudieron asistir al papeo. Menú:
creppes rellenos de marisco, lomos de merluza a la asturiana, cachopo
de ave con patatas y de postre tarta de frutos del bosque con helado
de vainilla... todo ello acompañado de vino, agua
¡puaj! o sangría según gustos,
más la posibilidad de repetir en cada plato. Sí,
ya sé lo que estáis pensando: ¡nos pusimos morados!
Y estaba todo riquísimo, por cierto. Baile: más
de 3 horas, entre 80 y 90 canciones, con la enorme variedad
de ritmos habitual en nuestras fiestas, salsa, bachata, rock, pasodoble,
tango, bolero, cumbia, vals, chachachá, fox, rumba, blues, sevillanas,
swing y un laaaargo etcétera.
¿Alguna otra cosa que reseñar?
Nada especial. Todo el mundo se lo pasó bien, la atención
durante la cena fue estupenda con todo muy bien servido y cocinado,
el sonido excelente, nada de calor... ¡Todo genial!
[¿Se nota mucho que soy yo el organizador?] Y por supuesto,
la noche será recordada como la del Ai se eu te pego
de Michel Telo, cuya coreografía bordamos dejando en ridículo
a Cristiano, Marcelo y Neymar. ¡A dar patadas al balón,
chavales, porque lo de bailar no es lo vuestro!
Y aquí tenéis la prueba
de que somos los Reyes del Mambo, o al menos del Ai se
eu te pego, jeje: