BAILAFACIL/REPORTAJE FIESTA BAILE 10 NOVIEMBRE 2012

¿Habrá alguna forma de que una de nuestras fiestas en noviembre no coincida con una ola de frío, un temporal o una granizada? ¡Empiezo a dudarlo! Para variar, la que celebramos el pasado sábado 10 de noviembre estuvo pasada por agua, a pesar de que no había llovido en toda la semana. Bueno, al menos, escampaba a ratos y no hacía un frío exagerado, aunque el mal tiempo mermó algo la asistencia a la fiesta y no fuimos tantos como otras veces. ¡Mejor! Así tuvimos más sitio para bailar.

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Por supuesto, en el interior del Otto, de frío, nada. A poco de empezar el baile, el calor humano hizo volar por los aires abrigos, bufandas y jerseis, y ya nadie se acordó de que afuera llovía. Adiós, invierno, adiós... al menos por unas horas. Los asistentes lo pasamos en grande moviéndonos al ritmo de pasodobles, bachatas, rocks, merengues, boleros, chachachás y lo que cayese, ai se eu te pego incluido. Y no penséis que, porque digo que éramos menos que otras veces, la fiesta estuvo desangelada o corta de ambiente: la animación y el buen rollo imperaron por doquier, como siempre, y la pista estuvo petada de bailarines todo el rato. Esa es la gracia de este tipo de eventos: que todo el mundo sabe, y quiere, bailar, y la música está especialmente seleccionada para tal propósito. Nada que ver con una boda o verbena, donde sólo bailan cuatro gatos y la selección musical, a menudo, deja mucho que desear, o responde sólo a los gustos particulares de unos pocos.

En fin, reivindicaciones musicales al margen, quiero felicitar por su valentía a los muchos alumnos de iniciación que 'osaron' asistir a la fiesta a pesar de llevar apenas media docena de clases. Y no sólo fueron, sino que bailaron de todo como unos campeones. ¡Así se hace! A las fiestas se va a bailar, no a mirar. Un saludo especial para todos ellos. La próxima fiesta, en breve.