En nuestro indesmayable esfuerzo por trincar
pasta a todas horas, ¡digo!, experimentar con diferentes horarios
y formatos para los eventos bailongos que organizamos, el pasado
29 de marzo decidimos programar una fiesta BAILAFACIL en un día
y hora alternativos: domingo de 8 de la tarde a 11 y media de la
noche. Repitiendo, eso sí, en el discopub 'DLuxe'.
Ahí no hubo cambios con respecto a nuestras últimas fiestas.
Las fotos que muestran
UN DEDO al pasarles el puntero por encima pueden ampliarse.
Haz CLIC sobre ellas y se abrirán en una nueva ventana.
Sin lugar a dudas la prueba fue todo
un éxito, como podéis ver en las imágenes
que acompañan estos comentarios. Más de cien personas
se pasaron por el antiguo Lord Jim a lo largo de las casi
cuatro horas que estuvimos pinchando, bailando y tomando
algo en un ambiente genial de gran animación que contó
además, por esta vez, con el refuerzo extra de muchos de los
clientes habituales de la sesión de baile de los domingos
en el 'DLuxe', así como de Ricardo, Sonia,
Fredi y los Amigos del Baile ¡espero no olvidarme
de nadie!, colegas profesores de otras especialidades, que también
imparten clases de baile en el local distintos días de la semana,
al igual que lo hago yo los jueves.
No hubo, por supuesto, ningún
problema de convivencia porque la música es un lenguaje universal
y la que pinchamos nosotros gustos personales al margen
satisface a la inmensa mayoría de los bailones del universo,
con su cuidadosa mezcla de clásicos indiscutibles y canciones
modernas de ritmo discotequero y la característica variedad
de ritmos que es santo y seña de todos los eventos que organizamos.
Así pues, la tarde noche dominguera
estuvo de lo más animada, con la pista petada desde
primera hora a ritmo de merengue, salsa, vals, chachachá, pasodoble,
rock&roll, bolero, cumbia, bachata, blues, swing, rumba, sevillanas,
tango... ¡Un poco de todo, como debe ser! Y servido con
una alternancia constante, nunca más de dos temas seguidos del
mismo baile. Yo comprendo que a algunos solo les gusten ciertos ritmos,
pero francamente Escarlato, en mi opinión, pinchar tropecientas
canciones seguidas de cualquier baile es un puto coñazo,
dicho sea con el mayor respeto. Eso, si sabes bailar el ritmo
en cuestión; en caso contrario, es algo bastante peor: una clara
invitación a pirarte y no volver.
En todo caso, nada de eso tuvo lugar
en el DLuxe durante la fiesta. Al contrario: el ambiente fue
fantástico toda la velada, se bailó por todas las
esquinas del local ver fotos y cuando le pasamos el testigo
musical a nuestra amable anfitriona Paloma, casi a las doce
de la noche, todavía quedaban más de cincuenta
personas en el local, exprimiendo la oportunidad de bailar hasta
el final. ¡Así se hace, chicos!
Como podéis ver en las imágenes,
además de sudar la camiseta dándole duro al rock,
Emma y yo tuvimos tiempo también de bailar un par de bachatas
sexuales... ¡huy, perdón!, sensuales. Lo
que dio lugar a una de esas típicas preguntitas que siempre
nos hacen los alumnos, sobre todo de iniciación: ¿cuándo
vais a enseñarnos a bailar así? ¡Nunca!
¡Así no se baila, niños! Así se consiguen
embarazos no deseados. Vosotros haced lo que bien os enseñamos,
no lo que mal hacemos. Un poco de cachondeito para acabar el
reportaje, que no se moquee nadie...
Como de costumbre, también
grabamos varios clips de vídeo durante la fiesta. Aquí
tenéis un pequeño montaje con los mejores fragmentos: