Cuando parecía imposible que nos
superásemos... ¡volvimos a batir todos los récords
de asistencia a un evento BAILAFACIL! Nada menos que 218 zampa-bailones
se dieron cita en nuestra sexta espicha baile consecutiva, celebrada
en el Restaurante Amazónico de Somió antiguo
Llerandi el pasado sábado 24 de febrero de 2018. Por
primera vez superamos la cifra psicológica de los 200 comensales
y de nuevo nos vimos obligados a cerrar la inscripción con varias
semanas de antelación ante el evidente peligro de sobrepasar
las 240 plazas previstas como aforo máximo. Sencillamente, brutal.
Nos alegramos mucho de que todo lo que organizamos sea un exitazo...
pero esperamos no batir esta plusmarca nunca mais porque, francamente
Escarlato, como esto siga así, la próxima espicha
¡vamos a tener que hacerla en El Molinón!
Las fotos que muestran
UN DEDO al pasarles el puntero por encima pueden ampliarse.
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Dejando eso aparte, el nuevo sitio que
estrenamos para la ocasión estaba nuevo de paquete
y tenía un aspecto fabuloso, con una vistosa decoración
'amazónica' y un equipo de luces y sonido de primera categoría.
El menú, a base de pincheo, estuvo correcto
para los 20 euros que costaba y los pequeños fallos de
servicio que hubo algunos platos llegaron fríos a varias
mesas y los camareros pecaron de lentitud por momentos son disculpables,
creo yo, en una cena con tantos comensales. Además, ¿a
qué vamos, a zampar o a bailar?
Bueno, sí, vaaale, a ambas cosas...
¡pero sobre todo a bailar! Así que, tras dar cuenta de
la comida y pagar la dolorosa, asaltamos en masa la pista
de baile, como hacemos siempre. En esta oportunidad, casi media hora
más tardede lo habitual, porque éramos tantos
que en el último momento decidimos recoger algunas mesas,
a fin de aumentar al máximo el espacio disponible para bailar.
Tanto Emma como yo queremos volver a agradecer a quienes estaban
sentados en ellas ya lo hicimos en el momento y posteriormente
en clase su colaboración y buena disposición
para solventar la papeleta, pues fue algo improvisado
que no se hizo de la mejor manera. ¡Todos estamos en deuda
con ellos!
En cuanto arrancó el baile, ya
no hubo más problemasni fallos y todo el mundo empezó
a pasárselo genial. Lógico, con buena música
y en compañía de un montón de gente con quien bailar,
¡hay que ser muy tonto para aburrirse! Como siempre, a
lo largo de las más de 3 horas que duró la fiesta
sonó un poco de todo: merengue, chachachá, salsa,
bolero, vals, pasodoble, cumbia, bachata, tango, rock'n'roll, blues,
rumba, kizomba... El ambiente, animado por un espectacularjuego de luces y un sonido de gran calidad, fue fantástico
toda la noche, con la pista abarrotada desde el primer al último
minuto. El suelo, además, era excelente para bailar;
todo el mundo lo comentó, y estamos de acuerdo.
Por lo demás, como casi siempre
en nuestros eventos, entre tantas horas de bailoteo generalizado
también hubo tiempo para montar un par denúmeroscon los que dar un poco de espectáculo y hacer
unas risas sin necesidad de parar la fiesta y dejar en fuera
de juego a la mitad de los presentes: una breve, caótica
y divertida rueda cubana de Emma con sus alumnos de salsa y el
glorioso momento Coyote, que salió defábula.
Casi no cabíamos en la pista, pero fue grandioso ver a
200 personas marcándose el 'no rompas más...' ¡Y
casi todas en la misma dirección!
Tras el Coyotazo, la animación
y el ambiente no decayeron en absoluto, por supuesto, y todo
el mundo continuó bailando y divirtiéndose
mientras duró la música, que en esta ocasión fue
hasta las 3 y media de la madrugada, media hora más de
lo habitual para compensar la que se perdió al principio recogiendo
algunas mesas. Ya sabéis que normalmente nunca prolongamos
el baile más allá del horario previamente acordado
con el restaurante porque somos gente seria que cumple lo que
promete, pero esta vez era justo estirar un poco el
baile, puesto que el retraso inicial había dejado un poquito
corta la sesión y los responsables del Amazónico
no pusieron ningún problema. ¡Bien por ellos!
En todo caso, finalmente llegó
la hora de cerrar el chiringuito, recoger el montante es
curiosa la cantidad de frases hechas que hay en español
para expresar el concepto 'acabar la fiesta', ¡igual sí
que nos gusta un poquito la jarana! y tirar cada uno para su casa.
Bueno, menos un puñado de valientes que todavía
iban a seguir la juerga por su cuenta en un conocido discopub...
pero de eso tendrán que informar otros, nosotros ya no estamos
para esos trotes, al menos después de la tensión
que conlleva hacerse cargo de un evento tan multudinario.
Mil gracias a todos, como siempre,
por contribuir al buen ambiente que reinó toda la velada
y, especialmente, por ser comprensivos con los pequeños
fallos que hubo, achacables en su mayoría a que éramos
muchos. ¡Nos morimos de éxito, qué desgracia!
[emoticono de risa]
De remate, aquí tenéis
un pequeño resumen videográfico de la espicha,
que ilustra lo animadísima que estuvo la noche.