Con un poco de retraso respecto a nuestro
timing habitual solemos hacerla en noviembre
el pasado sábado 16 de diciembre celebramos nuestra primera fiesta
de baile del nuevo curso 2017/2018 en el discopub Naútico,
donde ya habíamos organizado otra hace algunos años. Como
de costumbre, el evento fue un exitazo con más de 100 asistentes,
a pesar de la ola frío polar y la epidemia de gripe
típicas de estas fechas.
Las fotos que muestran
UN DEDO al pasarles el puntero por encima pueden ampliarse.
Haz CLIC sobre ellas y se abrirán en una nueva ventana.
En todo caso, y como no podía
ser de otra manera, en la fiesta no pasamos frío en absoluto.
Es más, generamos tanto calor bailando que la cristalera
del pub, literalmente, chorreaba. Claro, es que nosotros bailamos
todos, ¡y todo el rato! ¿El truco? No puede
ser más fácil y ya lo he contado mil veces, aunque algunos
no se quieran enterar, yeyé, yeyé: pinchar música
variada, de calidad y que guste a la gran mayoría,
en vez de solo 2 ó 3 ritmos en muchos casos, únicamente
uno o machacar los oídos a la peña con canciones
que solo gustan y sirven para lucirse al profesor-dj-gurú
del invento, llámese salsa, bachata sensual, SBK o la
ocurrencia de esta semana... que estará obsoleta la próxima.
Pero no hemos venido a hablar de lo que
hacen los demás. Como decía el gran filósofoMejorp Aramih: allá ellos. A nosotros nos va bien con
nuestra propia idea, así que la seguimos una noche más
y, como siempre, pinché un poco de todo durante las casi 4
horas que estuve a cargo de la cabina: salsa, bachata normalita,
todavía no he aprendido a distinguirla de la sensual
y kizomba, pero también pasodoble, bolero, cumbia, merengue,
tango, blues, rock, vals, chachachá... Y mira tú, a nadie
le dio un pasmo por bailar esas cosas tan raras
y poco modernas.
En fin, opiniones musicales al margen,
la fiesta necesitó algunos minutos para arrancar a
primera hora todavía había poca gente pero en cuanto
la pista empezó aanimarse hacia las 12 de la noche,
ya permaneció abarrotada de alumnos y amigos de BAILAFACIL
hasta las 3 y pico de la madrugada, momento en que dimos por concluida
la velada. Como podéis ver en las fotos, todo el mundo bailó
mucho y se lo pasóbien.
Lo único negativo de la
fiesta fue que tanto Emma como yo estábamos bastante jodidos
de la garganta y tuvimos que limitar nuestras conversaciones
con los asistentes por llamarlas de alguna forma a poco
más que monosílabos y sonrisas. En mi caso los problemas
de garganta (y como consecuencia la imposibilidad para hablar en sitios
ruidosos) son crónicos y más que conocidos, pero
Emma sí que suele dar palique con todo el mundo en los
eventos y la faringitis aguda que sufría se lo impidió
esta vez, aunque sí pudimos bailar con la gente. ¡Algo
es algo! Queremosagradecer, no obstante, a todo el mundo su
comprensión con el tema y que nadie nos hiciera hablar
más de lo imprescindible.
Bueno, pues con esto y el pequeño
vídeo-clip grabado hacia las 2 de la mañana
que tenéis aquí debajo, nos despedimos por este reportaje.
Una vez más, mil gracias a todos por contribuir a que
las cenas y fiestas que organizamos sean siempre un éxito.
¡Hasta la próxima!