El vals es con mucho el ritmo más conocido de cuantos existen en
la galaxia del baile. Podemos encontrar valses en la música popular de
prácticamente todas las culturas: vieneses en Centroeuropa,
rancheros en México, criollos en Argentina, celtas
en Irlanda, marselleses en Francia, de estilo country en
Estados Unidos... La variedad es casi infinita.
Es uno de los pocos ritmos que tiene 3 tiempos en vez de 4, y
el baile también tiene 3 movimientos, sin pausa en esta ocasión.
Es precisamente esta ausencia de pausa, junto a su velocidad y la consiguiente
'obligación' de bailarlo sin apoyar los talones en el suelo,
lo que hace del vals uno de los bailes más cansados para los bailarines.
Popularmente
se baila hacia los lados, aunque en el baile de salón
el paso se realiza adelante y atrás. Su principal característica
son los constantes giros en pareja, tanto en el sitio como desplazándose
por toda la pista en sentido contrario a las agujas del reloj.
También puede bailarse en formación, sobre todo si es vienés.
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Algunas canciones
que son valses:
'Padam,
padam', 'Domino' y 'Mademoseille de París' de Barimar
'Rosas
de otoño' y 'Añoranzas' de Carlos Gardel
'Melancolías',
'Esperanzas' y otros temas del CD 'Sentimientos' de Charlie Zaa
'El
Danubio azul', 'Vals del emperador' y muchos más de Strauss
'Y
nos dieron las diez' de Joaquín Sabina
'Bailemos
un vals' y 'Un año más' de José Velez
'Vuela
alto', 'Que no se rompa la noche' y 'Corazón, corazón' de Julio Iglesias
'Te voy a olvidar',
'Te sigo amando' y 'Tarde' de Rocio Durcal