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El programa en cuestión da la
impresión de sostener esta absurda tesis. En él
se puede ver semana tras semana sobre todo en las primeras fases,
donde algunos invitados son auténticos paquetes
cómo concursantes con escasos o nulos conocimientos de baile
ensayan unas cuantas horas y ¡magia!, ya están listos para
protagonizar un espectáculo memorable. Por supuesto, el truco consiste en que bailan con profesionales que literalmente los arrastran por la pista, exclusivamente una coreografía concreta de la que se ha eliminado cualquier movimiento difícil o que no les saliese y arropados por una puesta en escena jovial y festiva en la que prima el espectáculo sobre la técnica. No tengo nada contra el espacio televisivo de marras ¡nadie lo diría, faux!vale, vale, lo reconozco, no me gusta porque bailan internacional, para saber más leer EL ATAQUE DE LOS CLONES, pero plantea una duda interesante que me gustaría aclarar: ¿mejora un principiante cuando baila con un profesor? Es decir, ¿hace realmente algo mejor? La respuesta es obvia: NO. La habilidad y los conocimientos no se transmiten por contacto y un profesional al bailar con un novato no le convierte en mejor bailarín de forma mágica e instantánea. Puede cubrir muchos de sus errores e incluso anticiparse a ellos, pero nada más. Bailamos tan bien como somos capaces de hacerlo solos o con la peor pareja posible, esa es la realidad. Aquí los ventajistas de turno me dirán: ¡Nanay! Bailar con el profe mola más, se hacen más cosas, salen mejor... Cierto, pero ¿eso es bailar mejor? Si no sabes dar una vuelta doble no te va a salir por intentarla con un profesor. Claro que tampoco te la va a indicar para no dejarte en evidencia, salvo que sea un hijoputa después de ver que tenías dificultades con una sencilla... Desde fuera el baile se verá bien y el principiante disfrutará más, pero no bailará realmente mejor, sólo obtendrá mejores resultados aparentes, que no es lo mismo. Os pondré un par de ejemplos deportivos para ilustrar el tema: Hace 40 años, los pioneros de la escalada ascendían el Everest a pelo, sin oxígeno y casi sin medios. Hoy en día cualquier mentecato que tenga suficiente dinero para pagarse una excursión aventurera al Himalaya puede hacerse una foto en la cumbre... después de que lo suban en brazos media docena de sherpas enchufado todo el rato a una botella de oxígeno. ¿Os parece que tiene el mismo mérito? Y en el fútbol, ¿nunca os ha llamado la atención que algunos delanteros más bien torpes de repente se hinchen a meter goles... coincidiendo con la llegada al equipo de un jugador que les da unos pases cojonudos? Si lo único importante son los resultados, apaga y vámonos. Cómo se obtengan éstos y el mérito o participación personal en el logro a mí me parecen esenciales. Lo demás es engañarse a uno mismo. Con respecto al baile, hacer creer a los demás y lo que es peor, a nosotros mismos que somos unos fenómenos porque un profesional nos arrastre por la pista y enmascare todos nuestros fallos es absurdo. La capacidad de un bailarín depende de su técnica, habilidad, flexibilidad, sentido del ritmo y sensibilidad musical, entre otras cosas. Todas cualidades individuales que no mejoran por ejecutarlas con una u otra pareja. Eso sí, lucirán más
o menos... pero esa es otra historia. |
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![]() . ARTICULO PUBLICADO ORIGINALMENTE EL 13 DE MARZO DE 2006 COMENTARIO
DE LOLA (12/06/07) COMENTARIO
DE MARIA (23/05/07) COMENTARIO
DE MARIELA (17/05/07) COMENTARIO
DE SARA (11/08/06) COMENTARIO
DE JUANJO (04/04/06) COMENTARIO
DE FÉLIX (22/03/06) Copyright © www.bailafacil.es | Diseño: CybertoWM | Texto: faux | Todos los derechos reservados |