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La gran ventaja del Rocamar sobre cualquiera de los otros sitios donde realizamos fiestas es que disponía de una sala independiente con un hilo musical propio. Gracias a eso podíamos poner nuestra música sin molestar al resto de clientes, lo que eliminaba la principal fuente de conflicto de nuestras fiestas. Ese pequeño detalle posibilitó que estuviéramos bailando allí durante muchos años. Sin duda, el Rocamar es el sitio donde más fiestas de baile he organizado. Ignoro el número exacto pero, si no me falla la memoria, la última tuvo lugar en 1997 y fueron más de veinte. En todo caso, hubo largos períodos en los que por diversas razones utilizamos otras alternativas. En octubre
de 1991 empiezo mi segundo curso de bailes de salón en la
Universidad Popular y los acontecimientos empiezan a sucederse a
una velocidad vertiginosa: entro a formar parte del grupo de baile
que bajo la dirección de Estrella García se dedica
a realizar exhibiciones en distintos sitios e incluso tengo la
ocasión de realizar mi primer 'solo', un tango con ella. |
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Obviamente, mi participación en las actuaciones y sus correspondientes ensayos le da un nuevo empujón a mi afición, que a estas alturas ya es fiebre. ¡Yo, que no me había puesto un traje ni una corbata en toda mi vida, acabo comprándome uno después de usar el de un amigo en los primeros espectáculos! En este segundo curso de la UP ya están la mayor parte de los que luego formarían parte del legendario 'Grupo Swing'. Aprovecho para mandar un saludo a todos aquellos pioneros: Carmen, Marta, Aurora, Chelo, Geli, Rafa, Fede, Marian, Susana, Herrero, Herminia, Antonio, Reyes, Elena, Carlos, Urbano, Eloina, Mari Paz y especialmente a mi viejo amigo Chema. Espero no haber olvidado a ninguno. Paralelamente
a la locura del escenario, a lo largo de 1992 sigo organizando
fiestas en el Rocamar. Recuerdo una anécdota curiosa que
seguro que también recuerdan los que asistieran a alguna de ellas:
una noche, Ismael tuvo la ocurrencia de encargar unas bandejas
de pastelitos y ofrecérselas a los asistentes... A partir
de ese momento, la ronda de la bandeja de pastelitos de Ismael
pasó a formar parte de la tradición de las fiestas
del Rocamar y ¡pobre de él! si se le olvidaba alguna noche...
¡No creo que bajasen de diez las veces que se lo recordasen! Lo
curioso del tema es que yo nunca llegué a probar los famosos
pasteles porque no me da más por ellos, pero a veces pienso
que hay más gente que los echa de menos que la que añora
lo que bailábamos allí. |
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Avenida de Jose García Bernardo s/n ROCAMAR COMENTARIO: Una discoteca preciosa, con una situación privilegiada. Sus jardines y su aparcamiento son extraordinarios, aunque actualmente están muy descuidados. La decoración interior está desfasadísima, ya que no ha sido redecorado jamás pero tenía mucho espacio para bailar y, pudiendo bailar, ¿quién se dedica a mirar las paredes? Organicé fiestas en el Rocamar durante muchísimos años y siempre fue uno de mis sitios preferidos. Aún recuerdo algunas que hicimos en verano en sus jardines. |
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Durante el curso hicimos muchas actuaciones que tenían por objeto promocionar el baile de salón. En aquellos tiempos no había como ahora tropecientos profesores dando clases y resultábamos un espectáculo de lo más exótico, supongo. El caso es que no nos faltaron sitios donde montar el número: dos veces en el Lagar 'El Fugitivo' con baile posterior, un divertido espectáculo de carnaval de nuevo en el Hotel Asturias, otra con mucho éxito en la Casa del Mar de La Calzada ¡tuvimos que hacer un bis! y, sobre todo, dos en el Teatro Jovellanos con vestuario, luces, escenografía y maquillaje que fueron mi bautismo de fuego en esas lides. Actuar con focos es una autentica gaita. Si no quieres salir blanco como el primo de Nosferatu tienes que pintarte más que un sioux y luego, al sudar, se te corre el rimel y pareces un figurante de una película de zombis. De todos modos, lo del Día de la Danza sólo era un baile, así que estuvo tirado, en cambio el espectáculo 'Arteacción' en el que participamos en agosto merece comentario aparte. Para empezar,
teníamos que representar tres escenas diferentes con sus
correspondientes cambios de vestuario, a medias con un grupo de actores
¡los actores no son de fiar, amigos! que sólo
se presentaron al último ensayo y apenas nos dieron algunas
indicaciones superficiales sobre cómo debíamos
interactuar con ellos, ya que en teoría nosotros únicamente
éramos 'figurantes', aunque bailábamos varias veces. |
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Al no haber ensayado las transiciones, todo el montaje se convirtió en una tremenda chapuza entre bastidores que afortunadamente el público no percibió en absoluto. Rafa y yo, que teníamos que realizar varios cambios de ropa, llegamos tarde a una escena y todavía recuerdo la tremenda carrera por los pasillos a oscuras para acceder al patio de butacas donde teníamos que cargarnos a uno de los actores. Ese mismo mes, Rafa y yo nos presentamos con nuestras respectivas parejas a un concurso de tango que había en Avilés. Como veis, a estas alturas ya estaba metido hasta las cejas en el asunto del baile... ¡y hasta hoy! Aquel concurso también fue una gran chapuza, aunque de otro tipo. Nosotros habíamos estado ensayando durante meses y nos presentamos vestidos de tangueros y todo, pero resultó ser un sarao de poca monta en unas fiestas de barrio... No nos
desanimamos por esa nadería y bailamos lo que se pudo en el
pequeño escenario que habían dispuesto para la ocasión,
arropados por muchos de nuestros compañeros que habían
acudido para animarnos. Lo más gracioso de todo es que
Rafa y yo habíamos estado picándonos mutuamente
durante los ensayos 'a ver cuál de los dos ganaba' y al final
no ganamos ninguno. El concurso carecía de jurado y los
premios se otorgaron por 'aplausómetro', así que
ganó un señor bajito que era del barrio y tenía
más amigos que nosotros entre el público. En aquel momento
no nos hizo mucha gracia pero bueno, ¡por lo menos aprendimos
a bailar mejor el tango! |
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AGOSTO DE 1992: CONCURSO DE TANGOS EN AVILES . Con estas pintas nos presentamos en unas fiestas de barrio. Bueno, Marta se cambió poco antes de subir al escenario. ¡No iba así por la calle! . |
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Después del intenso verano, tenía que empezar un tercer curso pero la Universidad Popular se negó a organizarlo y, de hecho, al año siguiente dejó de impartir cursillos de baile de salón y ya no volvió a hacerlo. Hasta entonces siempre habíamos actuado bajo la tutela de la UP, así que decidimos montar un grupo de baile independiente para seguir haciendo cosas y de esta manera nació el GRUPO SWING, constituido como asociación cultural sin ánimo de lucro a finales de 1992, con el objetivo de promocionar la práctica del baile de salón. Afortunadamente, nuestra profesora había decidido poner una academia de baile por su cuenta y pronto tuvimos acceso a nuevas clases y una sede para el grupo. Comenzaba la EPOCA DORADA DEL BAILE EN GIJON. Copyright 2004 © www.bailafacil.es | Diseño: CybertoWM | Texto: faux | Todos los derechos reservados |
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