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Bailar consiste en mover los pies al compás de la música. Bueno, los pies, las caderas, los hombros, la cabeza, las manos... pero sobre todo, los pies. Con ellos interpretamos la parte más esencial de la música: el ritmo. En principio la idea es muy sencilla: daremos un paso con cada pulsación rítmica, es decir nos moveremos rápido si la música lo es y lentamente en el caso contrario. Por supuesto no es tan fácil, también hay pausas (pulsaciones rítmicas en las que no nos movemos) y otras excepciones, pero lo dicho nos servirá de guía por ahora. La siguiente cuestión cae de cajón: ¿con qué pie empiezo y cuál muevo después? A partir de este punto, todo es opinable. Para no perder tiempo en hacer un compendio de todas las posibilidades que existen, nos limitaremos a exponer aquí los dos parámetros absolutos en que se basa nuestro método de aprendizaje y las razones que nos han llevado a preferirlos a otros. Refiriéndonos siempre al baile de salón hay otros tipos de baile nos atendremos todo el tiempo a estas dos reglas fundamentales: 1. LOS
CHICOS EMPIEZAN TODOS LOS BAILES CON EL PIE IZQUIERDO y las chicas
con el derecho. Se ha decidido seguir estás sencillas normas por simplificar el aprendizaje restringiendo las posibilidades y por lógica: es mucho más fácil indicar los movimientos de inicio hacia la izquierda teniendo en cuenta cómo se coge la pareja. NORTE, SUR, ESTE Y OESTE Bien. Empezamos
los bailes con el pie izquierdo y a partir de ahí movemos los
dos alternativamente pero... ¿en qué dirección?
¡En todas! Siempre que no nos estorben otros bailarines o nos
encontremos con una pared, podemos movernos hacia cualquier lado.
Pero no hay que preocuparse: no hay tantas posibilidades. En principio
debemos considerar las cuatro direcciones básicas que marcan
los puntos cardinales y que representan los movimientos frontales
y laterales hacia delante, detrás, derecha e izquierda. |
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También existen las direcciones intermedias o diagonales y por supuesto se puede bailar o girar sin moverse del sitio. En cualquier caso, y teniendo en cuenta que bailamos con los pies a ras de suelo, no son tantos los dibujos que podemos hacer con ellos. Curiosamente, esto no afecta en nada a la inmensa variedad de pasos de baile que existen porque lo que importa no es lo que dibujamos en el suelo, sino cómo lo dibujamos, es decir, la forma en que ejecutamos el paso. Por poner un sólo ejemplo: hay pasos laterales en el merengue, el bolero, la bachata, el chachachá, el pasodoble, la rumba y otros bailes, y en todos ellos se realiza el mismo dibujo en el suelo una línea recta. Sin embargo, todos son completamente diferentes porque se ejecutan a distintas velocidades y cadencias, así como acompañados o no de pausas, movimientos de cadera y otros detalles que le dan a cada uno un estilo propio y diferenciador. En el BAILE DE SALON todos los bailes se construyen a partir de un primer paso llamado BASICO, que sirve de referencia para todos los demás. El sistema de aprendizaje es progresivo, como al estudiar un idioma. Se empieza aprendiendo algunas 'palabras' los primeros pasos y se acaban haciendo 'frases completas' cuando ya conocemos varios pasos y somos capaces de combinarlos de distintas formas. El número de pasos de cada baile depende de su variedad musical, tradición y popularidad. Hay bailes que sólo tienen media docena de pasos y otros, cientos. En cualquier caso, no dejes nunca que nadie te diga cómo se tiene que bailar determinado ritmo o qué pasos son los únicos que se pueden hacer en él. Eso es mentira. No hay una sóla forma de bailar ningún baile. En este terreno, todo es opinable. Ten presente que un paso es siempre la creación de alguien, así que tú también puedes inventar uno nuevo. Otra cosa es que le guste a más gente y que llegue a hacerse popular y conocido. Los pasos más famosos de cada baile están consagrados por la tradición y gustan a miles de bailarines. ASPECTOS TECNICOS Habría
que considerar multitud de cuestiones técnicas respecto
a la forma en que se han de hacer los pasos, pero dadas las características
de este cursillo nos limitaremos a señalar las tres principales.
En primer lugar, nunca hay que olvidar que los pies no se colocan
enfrentados a los de la pareja, sino entrelazados, como ya
vimos en la LECCION
01.
LA SECUENCIA DE VIDEO muestra cómo una adecuada colocación
de los pies con respecto a la pareja evita que haya pisotones o
tropiezos en el movimiento más dificil para los novatos:
el avance frontal. |
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La segunda cuestión fundamental que hay que tener en cuenta al realizar cualquier paso es que en el baile de salón los pies van a ras de suelo, es decir que no se despegan del mismo salvo en raras ocasiones, y siempre para ejecutar algún movimiento especial que en todo caso constituye una excepción. Así
pues, para ejecutar el 99% de los pasos deslizaremos o arrastraremos
los pies por el suelo, procurando levantarlos lo menos posible y
empezando siempre por la puntera del zapato para acabar apoyando
el talón. |
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Finalmente,
en tercer y último lugar, intentaremos que nuestros pies apunten
hacia fuera siempre que sea posible, o sea procuraremos que nuestras
punteras estén más alejadas entre sí que
nuestros talones. La colocación de los pies en dicha posición
se considera la más elegante y está inspirada
en la técnica de la danza clásica.
No obstante, ten en cuenta que esto es baile en pareja: ¡no
se pueden abrir mucho las puntas de los pies cuando están metidos
entre los de otra persona! Reserva este consejo técnico
para los pasos cruzados y, en general, para los que no se
ejecutan de frente a la pareja. |
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A fin de
promocionar la práctica del baile autorizamos la reproducción
de este cursillo siempre que se cite su procedencia: Copyright 2022 © www.bailafacil.es | Diseño: CybertoWM | Texto: faux | Todos los derechos reservados |
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