Nuestra profesora de baile favorita —a la que sus parientes conocen como Emma Baragaño Fernández y sus alumnos simplemente por profa— empezó a bailar hace mucho tiempo, aunque no en una galaxia muy lejana, sino aquí mismo, en Gijón. Se apuntó a su primer cursillo con solo diecisiete tiernos añitos, casi obligada por sus padres, pero enseguida se aficionó y entusiasmó por sí misma. A los cinco minutos, más o menos.

Después siguieron muchos más cursillos de todo tipo —salsa, tango, bachata, jive, sevillanas— acompañados de montones de actuaciones, concursos, cenas y fiestas de baile... El paquete completo, vaya. Es lo que tiene bailar, que al que le gusta, ¡le gusta! ¿Moderación? En BAILAFACIL no conocemos a esa señora. Y lo que es Emma, tampoco es que cultivase la prudencia en particular: su primera actuación fue nada menos que una gala televisada por TLG. ¡Tomarse las cosas con calma no va con esta chica!

A lo largo de los siguientes años siguió desarrollando su pasión por el baile de forma amateur, colaborando con faux en muchos de los espectáculos dirigidos entre 1998 y 2003 por el genial bailarín y coreógrafo que nos paga por escribir esto. Una cosa llevó a otra y, aunque por circunstancias de la vida Emma estuvo algún tiempo alejada de actuaciones, ensayos y demás parafernalia bailonga molona, jamás perdió contacto con su afición favorita, continuó frecuentando las fiestas organizadas por su viejo profe de baile y al final ocurrió lo inevitable... se puso a dar clases. ¿Qué estabais pensando? Es una regla fija en esto del baile: todo al que se le da bien acaba siendo profesor.

El caso es que, con la incorporación de Emma, BAILAFACIL multiplicó por dos su plantilla de golpe, dejando de ser una empresa de un solo hombre para iniciar una imparable expansión internacional que... No, bueno, ahora en serio. Lo único que ocurrió fue que, al disponer por fin de alguien competente para dar las clases, el gran jefe decidió jubilar de una vez su vieja página web personal y poner en marcha una en condiciones: ésta que estáis leyendo.

Y hasta hoy, donde Emma contribuye tanto o más que faux a enseñar a todos los gijoneses interesados en ello los secretos del baile en pareja, que no son tantos como parecen... o como quieren hacer creer algunos. Por cierto, ¿echáis de menos en esta breve reseña de la trayectoria bailonga de Emma —al igual que en la de faux— el típico curriculum de apariencia profesional del que alardean otros, petao de títulitos, congresillos y tallercetes de nombre rimbombante y nula trascendencia? ¿Sí? ¿Os preocupa? Permitid que os recordemos que en España no existe ningún título oficial de 'profesor de bailes de salón' ni nada que se le parezca. Lo único, los estudios superiores de danza, que no tienen nada que ver con el asunto, ni abundan en el mundillo, por cierto.

En BAILAFACIL pasamos de enumerar cada cursillo o taller que hicimos. Si no son oficiales, ni es posible constatar si duraron un mes o una mísera hora, ¿qué demuestran, aparte de la jeta del que presume de ellos? Lo mejor de Emma como profesora no es que baile bien —una obviedad, basta mirar alguno de sus vídeos en YouTube—, ni que disfrute de una amplia experiencia como bailarina y profesora, sino que explica bien, tiene paciencia con sus alumnos y sigue un método didáctico práctico y sencillo que permite aprender al noventa por cien de la gente, como demuestra el hecho de que llevamos tropecientos años trabajando con él... y aquí seguimos, a despecho de la proliferación de gili-modas del último minuto que vienen y van sin dejar el menor recuerdo.

Podéis ver más detalles sobre la participación de Emma en las actuaciones organizadas por faux entre 1998 y 2003 en los capítulos siete y ocho de PERSIGUIENDO A LA MUSICA La historia del baile en Gijón o conocer de primera mano su pasión por bailar leyendo el relato autobiográfico EL BAILE: UNA DROGA SANA en la sección ARTICULOS.

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